Algo que me llegó a mi bandeja de correo y que para muchos le es muy similar debido a que es la realidad de la educación en Guatemala.
Guatemala es un país pródigo, en cualquier tema o aspecto que deseemos abordar, vamos a encontrar material suficiente porque todo es un desastre. Una de las profesiones más prometedoras es la de periodista, hay tanto material sobre el cual escribir que no nos alcanzan las ocho horas laborables. Pero hablo del verdadero periodista, no de los faferos que inundan las columnas de los diarios que diz que "defienden" la libre expresión del pensamiento y no publican los comentarios de los lectores cuando no les conviene (El Periódico). Los columnistas faferos hacen lo mismo, no se comprometen escribiendo sobre la verdad de las cosas y prefieren recibir su paga bajo la mesa y escribir columnas sin ningún impacto social. Nosotros tratamos de no hacer eso y ahí les va.
La educación privada en Guatemala, establece misiones, visiones, fines y objetivos falaces y alejados de su realidad. El noventa por ciento de su actividad es comercial y un diez por ciento lo dedican a la educación con calidad. Desde un colegio de garage hasta una corporación educativa de cinco o diez centros educativos hacen lo mismo. Extorsionar a los padres de familia – que por supuesto - por cobardes, ignorantes y miedosos, las aceptan igual que los empresarios de las rutas cortas. ¿Y el Ministerio de Educación? ¡Muy bien! Gracias.
Para empezar. Un costo por inscripción, que no se justifica. Esta es una ganancia neta para recibir el año y es un regalo de Reyes Magos. El alto costo de las colegiaturas, tampoco tiene justificación porque no se brinda una educación de calidad. En muchos establecimientos privados, los docentes en general no pasan una evaluación de competencias mucho menos de vocación. Muchos no tienen el título respectivo y vemos a secretarias impartiendo inglés, estudiantes de ingeniería instruyendo en Matemática, Física y Química, Peritos Contadores, Bachilleres, etc., ejecutando una docencia para la cual no fueron formados. ¿Y el Ministerio de Educación y los Sindicatos Magisteriales? ¡Muy bien! Gracias.
Este año, a una de mis hijas que cursa el sexto grado de primaria en el colegio CSS de la zona 6, le pidieron útiles por valor de Q 2,000.00. Pero ese no es el problema, el problema es que entre los útiles se pidió material para uso del maestro. Estos materiales que los debiera de proveer el centro educativo los paga el estudiante: marcadores para pizarrón, pliegos de papel construcción, de papel arco iris, docenas de rollos de papel sanitario, etc.
Los colegios privados tienen negocio con las editoriales y los paquetes completos de libros se los vende el establecimiento con una bonita ganancia para ellos, además de la comisión que les paga la editorial. Luego están las excursiones, asistencia a eventos, cumpleaños de la directora, de la maestra de grado, del dueño del colegio, películas, pláticas, suéteres, calcetines, zapatos, calzoncillos, monogramas, pines y cuanto se le antoje a los dueños del establecimiento, que en un noventa por ciento no son maestros, son comerciantes o en buen chapín, marchantes de la educación.
Y ahora vamos con las graduaciones. Bueno, las hacen en el Camino Real, Tikal Futura o en el hotel más caro, porque así será la ganancia. Y cuando el patojo se gradúa se da cuenta de la cruda realidad: No está preparado para desempeñar un trabajo relacionado con su título. Ni siquiera está capacitado para ganar las pruebas de conocimientos básicos en la USAC. La educación privada en Guatemala, es un engaño total.
El MINEDUC tiene autorizadas 158 carreras en Nivel Medio, muchas de ellas no tienen sentido, solamente sirven para atraer alumnos. Tienen un Bachillerato en Medicina y los estudiantes no llegan a conocer un hospital. De todas esas carreras, tres tienen posibilidades de trabajo: Magisterio, Perito Contador y Secretariado, las demás son puro cuento. Pero si vamos a la calidad educativa, ningún establecimiento privado, rebasa el 60% en este aspecto y si lo dudan, como Pedagogo. estoy dispuesto a realizar una evaluación y me darán la razón. Pero mientras nuestros ministros de educación sean Auditores, Filósofos, Abogados, Médicos, etc., etc., esto seguirá así por los siglos de los siglos. Amén.